Patriarca a pesar de él – Katty Langelez-Stevens

@Nathalie Crame

En su último ensayo, Delphine Horvilleur despliega su monólogo contra las identidades[1]. Ella se elige un padre : Roman Kacew, alias Romain Gary, alias Emile Ajar, y reinterpreta la figura mítica de Abraham.

Ella se auto-engendra al masculino e instala su filiación : Ajar et Abraham, del cual se hace un apellido : Abraham Ajar (A.A., al comienzo de todo[2]). No obstante, ella no olvida que le hace falta una madre, llena de amor. Esta será la señora Rosa de Momo en La Vie devant soi[3]. Y hará, del sótano, el lugar de la libertad por excelencia, el escondite – dicho de otro modo, el inconsciente.

Ajar es el seudónimo bajo el cual R. Gary logró la hazaña de engañar al mundo de los críticos literarios y ganar una segunda vez el famoso premio Goncourt. Ajar nunca ha sido, pero existe. Él es el resultado de un sujeto-camaleón, siempre listo para escapar a la identidad que habría podido asignarlo a ser. En cuanto a Abraham, mientras vemos en él la figura del patriarca, D. Horvilleur nos recuerda que al contrario es un tipo que ha huido de su casa y de su padre, y que ha sido alcanzado por el amor de miles de personas dispuestas a reconocerse en él. « Abraham ha enseñado al mundo que era necesario poder romper con la filiación y las millones de personas, en su nombre, se niegan a hacer lo mismo. »[4]

¿La crítica al patriarcado no sería, una vez más, la ocasión de volver a poner un Padre (como Abraham) al mando para poder seguir siendo los hijos de Dios, de la Ciencia o de la Naturaleza?

Este número de Nobodaddy (figura del padre de los celos en un poema de William Blake[5]) les propone descubrir, leyendo el texto de Bruno de Halleux, cómo las familia tuvieron que reinventarse profundamente en el siglo XXI, y cómo los sujetos se sitúan en esa transformación. El segundo texto los invita a entrar en otro fenómeno de este inicio de siglo, el discurso woke, que tiende a imponerse como discurso del amo, y cuya ferocidad no es menos grande que la de otros discursos que han prevalecido con anterioridad. Cada vez, la cuestión es saber dónde puede posicionarse el psicoanalista en esta mutación de las relaciones sociales.

Traducción : Marlith Pachao
Relectura : Micaela Frattura

Fotografía: @Nathalie Crame

[1] Horvilleur D., Il n’y a pas de Ajar. Monologue contre l’identité, Paris, Grasset, 2022.
[2] Ibid., p. 16.
[3] Gary R., La vida ante sí, Barcelona, Editorial Plataforma, 2007
[4] Horvilleur D., Il n’y a pas de Ajar., op. cit., p. 45. N.d.T:. Traducción libre del traductor.
[5] Blake W., To Nobodaddy, poema, traducción par Alain Suied, disponible en internet : https://www.espritsnomades.net/litterature/william-blake-approches-de-william-blake-par-alain-suied