El patriarcado en la sociedad y en las familias chinas – Roberto Cavasola

© Simon Vansteenwinckel – https://www.simonvansteenwinckel.com/

En la época del declive del Padre la función « d’être nommé à quelque chose »[1] ha suplantado al Nombre-del-Padre[2]. Como lo nota Marie-Hélène Brousse, en « este Siglo XXI asistimos a la sustitución del orden patriarcal por el orden de hierro de lo social »[3]; la « sustitución del padre de familia por la madre conlleva esta función de nombrar a en lugar de nominar por (« nommer par ») […] pero nombrar a está ligado a una función, y es por tanto mucho más frágil »[4]. Esta expresión también fue utilizada por Lacan en La dirección de la cura : « la patología de la pendiente a la que se ve empujado el sujeto en un mundo donde sus necesidades se ven reducidas a valores de intercambio, pendiente que a su vez no encuentra su posibilidad radical sino por la mortificación que el significante impone a su vida, numerándola…[se inserta] nada menos que en una ley de hierro »[5].

Encontramos un ejemplo de ley de hierro en la organización social china, donde el orden familiar tradicional se entrecruza con el capitalismo y con el orden social de la particular ideología post-maoísta. La ley del Hijo Único obligaba a las madres solteras a pagar los gastos del parto de su propio bolsillo sin beneficiarse de la ayuda pública ; en un cambio de rumbo de 180 grados, se ha abolido la discriminación entre madres casadas y madres solteras, tras el descenso de la natalidad en China, para propiciar de esta forma los nacimientos antes obstaculizados[6]. La época del Hijo Único tuvo finalmente un efecto de promoción social ; las parejas que solo tenían una hija la hacían estudiar en la universidad; las mujeres comenzaron a trabajar e incluso a dirigir, pero tuvieron que enfrentarse a una sexualización capitalista de género. En una ocasión, Jacques-Alain Miller hizo observar a Lacan que el pensamiento de Mao tenía un cierto atractivo en tanto que negaba que el desarrollo como tal tuviese un valor absoluto, Lacan no lo contradijo, pero replicó : « oui, mais combien de temps ? »[7]. En efecto unos años más tarde vemos los efectos paradójicos del impacto del capitalismo como consecuencia de la restauración de la propiedad privada. Por ejemplo, el hecho de que las mujeres sean jóvenes y bellas adquiere valor económico, empujándolas a usar su poder seductor para favorecer los negocios. Son las « Beauties at work »[8]. En el pasado, se favorecía el encuentro en las Unidades de Trabajo porque el sistema consideraba a la familia un aglutinante social; esta orientación sobrevive y las empresas chinas organizan actividades recreativas para favorecer el dating entre empleados, pero la carrera entra en conflicto con la exigencia del matrimonio. En el trabajo, a las mujeres sufren una presión constante, se les hace notar que debería casarse, y a las que aún no están casadas después de los 30 se les llama « Left-over »[9] (restos). El poder de las mujeres casadas ha aumentado en la época del Hijo Único, que redujo el valor de la familia ampliada que antes confería enorme poder a la suegra. Lo que ha supuesto que el marido entregue todo su salario a la esposa dejándole el control de las finanzas familiares.

He tenido la oportunidad de tratar como psiquiatra a varios pacientes que me abrieron una ventana a las relaciones familiares de los inmigrantes chinos, entre los que se advierte un tenaz paternalismo, y también una brecha cultural entre las primeras y las segundas generaciones de inmigrantes. La primera paciente tenía un curioso vértigo que la obligaba a quedarse en la cama todo el día y le impedía trabajar en el pequeño supermercado dirigido por la familia como hubiera querido su padre. La crisis se inició cuando su padre no le permitió asistir a una escuela nocturna para obtener su diploma ; anteriormente, ella había dejado la escuela como resultado del bulling. El hermano menor, sin embargo, fue enviado a una escuela americana muy cara. Su padre ni siquiera quería que ella frecuentara personas que no fueran chinas, pero como la familia no tenía relaciones sociales, la única persona que podía ver era su prima. Después de una breve relación con el único joven chino que pudo conocer, un empleado contratado por su padre, la paciente encontró la solución de asistir a la iglesia china, pero sus coetáneos ya estaban todos casados. Su padre hablaba un dialecto chino y, a diferencia de su madre, no hablaba mandarín ni italiano. En otro caso, el paciente tenía que recurrir a su hermana mayor como intérprete para hablar con su padre.

Otro paciente me consulta como psiquiatra porque está deprimido. Unos años atrás, su padre se suicidó, pero esa no es la razón por la que me consulta. Está deprimido porque trabaja en el supermercado familiar y la madre le impide comenzar un trabajo de tipo diferente como él quisiera, obligándolo a financiar con sus ganancias la compra de otro supermercado donde la madre en el futuro quiere colocar al hermano menor. El paciente se presenta acompañado de su esposa, con quien comparte cierta belleza, y descubro que el matrimonio fue concertado por las madres, que hicieron venir a la joven especialmente de una ciudad del norte de Italia.

Solo el recurso a la lógica permite comprender cómo se pueden articular el Padre como excepción y el padre como hombre que encarna una versión, como padre singular que no remite a un todo. La « virtud paterna »[10], la versión-del-padre, consiste en articular una relación con lo real, a partir del hecho de que el padre ha hecho de la mujer el objeto causa de su deseo. Nos enfrentamos en estas familias a una autoridad que se impone como tal. Pero la autoridad del padre, como nos dice Jean-Pierre Klotz, se hace efectiva para los hijos « solamente en la medida en que se vinculan, se alían con él »[11]. Vemos entonces como, en ciertas familias chinas, las órdenes del padre o de la madre no admiten réplicas, y a menudo ni siquiera hablan la misma lengua.

[1] En francés en el original. « Ser nombrado para ».
[2] Cfr. J. Lacan., El Seminario, Libro XXI, « Los incautos no yerran », lección del 19 marzo 1974, (inédito).
[3] M.-H. Brousse. « Erótica del trabajo », La Cause du désir, n°99, junio 2018, p. 63, la traducción es nuestra.
[4] Ibíd., la traducción es nuestra.
[5] J. Lacan., « La dirección de la cura », Escritos Vol. II, Enaudi, 1974, p. 610.
[6] Cfr. N. Hong, Z. Wang, « Desesperada por tener bebés, China se apresura en deshacer una era de límites a la natalidad ¿ demasiado tarde ? » The New York Times, 26 de febrero  2023, disponible en internet: https://www.nytimes.com/2023/02/26/world/asia/china-birth-rate.html.
[7] Cfr. J.A.Miller.« Extimidad. Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller », enseñanza pronunciada en la cátedra de psicoanálisis de la universidad de Parías 8, clase del 27 de noviembre de 1985. 1ª ed. – Bs. As. : Paidós, 2010. p. 49. « Lo simpático del pensamiento de Mao Tsé Tung era que negaba esa escala, intentaba objetarla. Recuerdo haber elogiado esta posición subjetiva ante Lacan, quien no me enfrentó, sino que me encaró tangencialmente diciendo : Sí, pero ¿ cuánto tiempo ? ».
[8] L. Jieyu., Género, sexualidad y poder en las empresas chinas. Belleza en el trabajo. Palgrave Macmillian, 2017.
[9] Ibíd., p. 165-168.
[10] É. Laurent, « De Tel Aviv a Roma, entre luces y sombras », Quarto, n°87, junio 2006, p. 22.
[11] J.-P. Klotz, « Clínica contemporánea de la autoridad: el padre y la autoridad », Mental, n°18, 2006, p. 129.

Traducción : Armando Manzanárez
Relactura :Luciana M Fracchia Sardi

Fotografía : © Simon Vansteenwinckel