Autocracia de una pasión – Olivier De Ville

© Nathalie Crame

Es difícil, cuando se trabaja sobre el tema del próximo congreso Pipol 11, el patriarcado, no interesarse por el que es uno de sus peores avatares : la autocracia ; y su consecuencia actual, la guerra. Es un tema delicado, y me parece que el psicoanálisis tiene algo que decir y enseñanzas que extraer.

Para regular las relaciones entre los países, Europa occidental, tras la Segunda Guerra Mundial, puso en práctica la vieja idea de apoyarse en la economía, especialmente en los recursos del carbón y el acero, para llegar a lo que conocemos actualmente, la libre circulación y la moneda única. Alemania, por otra parte, intentó situarse en el centro de lo que Joseph Halevi[1] llamó el « bloque alemán », y regular las relaciones con China mediante la interdependencia económica, incluyendo a Rusia en el plano energético. El estallido de la guerra en Ucrania parece dar por tierra esta tentativa[2].

En una brillante entrevista para Studio Lacan[3], Jean-Sylvestre Mongrenier explica hasta qué punto la economía está al servicio de un cierto no querer saber nada de la guerra[4]. Como si el orden económico pudiera ser el « asesinato de la cosa »[5], pudiera tratar completamente cualquier rivalidad entre países o agrupamiento de países. Por otra parte, tiene esta fórmula lapidaria : « Uno tiene la impresión de que el summum de la rivalidad [entre países] son dos hombres de negocios que se disputan un mercado »[6]. Evoca entonces la autonomía, con respecto a lo económico, de lo político bajo el cual rugen las pasiones.

En la relación con un régimen ruso descrito por J.-S. Mongrenier como « Autoritarismo patrimonial », el autócrata Vladimir Putin nos confronta al hecho de que lo simbólico no permite tratar estas pasiones. Déborah Gutermann-Jacquet traduce con precisión estas pasiones por pulsión y evoca un significante ruso que podría relacionarse con el eco de un dicho de esta pulsión : « Derjava [держава] »[7] que podría traducirse como gran potencia, término omnipresente « en la literatura política, ideológica y filosófica desde 1990 »[8]. Las sanciones económicas desde 2014 no mellan lo que sería esta voluntad bélica de potencia. Algunos temen más bien el acercamiento entre Rusia, China e Irán[9].

Así, los autoritarismos parecen apostar preferentemente por un mundo bipolar – y soberanista. Prueba de ello es el discurso de Munich en el que V. Putin afirma enérgicamente : « ¿ Qué es un mundo unipolar ? A pesar de todos los intentos de embellecer este término, en la práctica sólo significa una cosa: es un único centro de poder, un único centro de fuerza y un único centro de decisión. Es el mundo de un único amo, de un único soberano. En última instancia, esto es fatal para todos los que están dentro de este sistema, así como para el propio soberano, que se destruirá a sí mismo desde adentro »[10]. No hay pues amo dividido para V. Putin.

No es el único : Jruschov, en una visita en los E.U. en 1959, echó violentamente en cara « al presidente Eisenhower que viera a una manifestante con una pancarta de apoyo a Hungría : estaba convencido de que Eisenhower la había puesto en su camino para hacerlo quedar mal »[11].

Referencias del autor :
[1] Joseph Halevi es un economista australiano.
[2] Cf. D’Eramo, M., « L’Allemagne, grande perdante du conflit ukrainien », Le vent se lève, 2 de agosto de 2022, disponible en internet.
[3] Cf. « La guerre en Ukraine : realpolitik et tragique du désordre » avec Jean-Sylvestre Mongrenier, Studio Lacan, emisión del 1ero de octubre de 2022, disponible en internet.
[4] Ibid., 11.40.
[5] Lacan J., « Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis », Escritos 1, Siglo XXI editores, Buenos Aires, 2009, p. 306.
[6] Studio Lacan, op. cit., 12.39.
[7] Cf. Studio Lacan, op. cit., 13.05.
[8] Mongrenier J.-S., op. cit., p. 100.
[9] Cf. « Russie, Chine, Iran : les liaisons dangereuses », emisión C dans l’air del 3 de marzo de 2023, disponible en internet.
[10] Discurso ruso sobre la seguridad, por Vladimir Poutine, disponible en internet.
[11] Thom F., Comprendre le poutinisme, Paris, Desclée De Brouwer, 2018, p. 62-63.

Traducción : Fernando Gabriel Centeno
Relectura : Lore Buchner

Fotografía : © Nathalie Crame