Lacan dijo que necesitamos psicoanalistas para sobrevivir a lo real[1]. Tenemos ciencia, pero el problema es que sus raíces se plantan en una constante observable en el universo donde las cosas tienen un lugar fijo. Esta observación sirve al descubrimiento de leyes científicas que exigen la fiabilidad de esta constancia en lo real.
Dos problemas :
- El universo no es el cosmos que se refiere a un todo en el que potencialmente todo es cognoscible siendo que remite a un agujero ; el universo es ilimitado y, por ende, no todo cognoscible[2].
- Las leyes basadas en el universo pueden no aplicarse a una tierra limitada[3].
Ciertamente, estas leyes son impotentes con respecto a ese otro real, el real del ser parlante que provoca angustia ¿ Por qué psicoanalistas ? El análisis no quiere adaptar el sujeto a lo real para crear armonía con él. Esta adaptación fracasa y conduce a una repetición sin fin, a una búsqueda sin fin de una verdad ya que lo real está fuera del discurso. Hay conmensurabilidad entre las leyes científicas basadas en el universo infinito y el lenguaje concebido como un aparato productor-de-significado sin fin. Sin embargo, el lenguaje contiene un agujero y por tanto un límite. La orientación del psicoanálisis se refiere a un real que forma un límite, el real singular del analizando al final del análisis cuando la letra, como litoral entre el lenguaje y lo real, puede articularse y bordear ese real a través del cual la presión de una búsqueda interminable del significado puede ser reducido.
¿ Qué clase de psicoanalista ? Lacan se pregunta si los gadgets se impondrán verdaderamente y agrega que no llegaremos a un punto en el que los gadgets dejen de ser síntomas[4]. Lacan indica aquí que gadgets y síntomas se superponen, y también son diferentes. Los gadgets se fabrican porque brindan satisfacción y su creciente oferta en el mercado conduce a un aumento en la demanda y, por lo tanto, funcionan bien como objetos de consumo y ganancias. ¿ Le iría bien a los síntomas en el libre mercado ? Los síntomas contienen goce, pero en una forma que es costosa. El síntoma es la respuesta a lo real, es un parásito y cuando los gadgets funcionan como síntomas quiere decir que también nos van a parasitar. Los gadgets tienen el poder de liberar el goce, están hechos para nuestra comodidad, pero causan angustia, porque nos volvemos dependientes de ellos. Los síntomas y los gadgets son conmensurables porque muchas veces respondemos a esta angustia repitiendo el uso de estos últimos para calmarnos. Esta no es la solución del psicoanálisis.
Entonces, ¿ qué clase de psicoanalista ? Lacan, « un sujeto que ha ido lo suficientemente lejos en la realización de su deseo para reintegrarlo a su causa [..] a lo que hay de irreductible en su causa »[5]; o Jacques-Alain Miller, « el padre que hoy llamamos Analista de la escuela »[6] ; Éric Laurent, « Uno puede arreglárselas sin el padre como garantía de sentido siempre que encuentre algo similar que le permita decir no – un analista – no para llegar a un punto de adaptación, sino a un conocimiento en que una vez que algo se vuelve insoportable, puede decirse que no, más allá del conformismo, identificación y de cualquier forma de interés que alguna vez supo tener el padre »[7].
Referencias del autor :
[1] Lacan J., « Du discours psychanalytique, Conférence à Milan », Lacan en Italie, 1963-1978, Milano, La Salamandre, 1978, p. 106. La traducción al español de la cita es nuestra.
[2] Miller J.-A., « The Pass of Psychoanalysis towards Science : The Desire for Knowledge », The Lacanian review, 7, 2019, p. 75. La traducción al español de la cita es nuestra
[3] Lacan J., « Du discours psychanalytique… », op. cit. La traducción de la cita al español es nuestra.
[4] Lacan J., « La tercera », Intervenciones y textos 2, Manantial, Bs. As., 1988, p. 108.
[5]Lacan J., El Seminario, Libro 10, Clase del 3/07/63, La angustia, Paidós, Bs. As., 2012. P. 364.
[6] Miller J.-A., « Objetos a en la experiencia analítica », 2008, disponible en https://www.sauval.com/angustia/e-miller.htm.
[7] Laurent É., « Les Nouveaux Symptômes et les autres », La lettre Mensuelle, 1997, p. 40. La traducción de la cita al español es nuestra.
Traducción : Florencia Cinquemani
Relectura : Sofía Buscaglia
Fotografía : © Ambre Reddman