Editorial – Camilo Ramírez

© Simon Vansteenwinckel – https://www.simonvansteenwinckel.com/

Leeremos aquí una paleta de respuestas contemporáneas para suplir la evaporación del padre. Algunas se apoyan en las reivindicaciones « neo », otras por el todo jurídico. A veces se trata de forjar una palanca a partir de una obra, convertida en sinthome, o en su defecto, encontrar un apoyo en un síntoma que asegure el relevo de una función limitadora defectuosa. Otras respuestas, más radicales, apuntan a la extracción sin restos del régimen paterno y celebran su despedida. Pero querer salir del patriarcado por esta vía, implica también salir del espacio atemperado del medio-decir. Salidas forzadas o salvajes cuyas consecuencias paradójicas obedecen a una lógica precisa.

Partiendo de la afirmación de Lacan de que la preeminencia del principio masculino, propia de la aventura paternalista de nuestra cultura, ha ocultado, en su reverso, el principio femenino, Vilma Coccoz nos invita a hacer uso de esta topología para captar mejor la subversión inducida por las irrupciones de lo femenino a lo largo de la historia. De este modo, distingue diversos tipos de patriarcados en función de la permeabilidad o del rechazo del principio femenino que ocultan bajo el ideal masculino. Es también una invitación a cuestionar la recuperación neofeminista de viejas luchas, como la de los artistas españoles conocidos como los Sinsombrero en los años veinte. Acopladas al término neo, ¿ ciertas pretensiones de continuidad entre las luchas femeninas de antaño y las de hoy, no son evidentes y a veces se muestran impregnadas de an-historicismo ?

A la pregunta de qué uso puede hacer un sujeto de un padre, Maela Michel-Spiesser responde de la forma más original, mostrando la función de la obra gráfica en dos autores muy conocidos de cómics. En El Árabe del Futuro, Riad Sattouf encuentra una manera de reducir el aspecto más engorroso de la voz hiperpresente del padre. No sin la experiencia de un análisis, pues es éste el que le permite bien decir la falla del padre. Blast es el nombre que Manu Larcenet pone al goce desenfrenado que se apodera del protagonista de su cómic tras la muerte del padre. El estilo, muy singular, en el que alternan momentos explosivos con inserciones de cortes, permite una separación de los elementos más insidiosos de su subjetividad « bipolar ».

Mikel Arranz explora otra solución aún para tratar la deficiencia paterna en su regreso a un pequeño Hans… feminista. Con ello se refiere al hecho de que el niño se apoye en los elementos femeninos a su alcance, para intentar construir una metáfora paterna. Entre el desdoblamiento de la función materna y la autoridad tomada de la abuela, el pequeño Hans toma de donde puede para compensar lo que el padre no es capaz de limitar. Pero más allá de la función de la fobia, el autor plantea la cuestión de lo que permite a los parlêtres de nuestra época significantizar el goce, y de este modo, negativizarlo. Así, propone considerar ciertas denuncias virulentas del patriarcado como impulsadas por aquello que, de este goce, queda fuera de significatización, apareciendo entonces como pura violencia sin límites.

George Mitropoulos declina una gama de pasiones, después del padre, indicando las consecuencias funestas cuando estas salidas del patriarcado se hacen sinónimo de salidas del medio-decir y del no-dicho de la relación sexual. Salidas forzadas del espacio de medio-decir que se declinan como formas contemporáneas de paso al acto, con el cuerpo propio y con el cuerpo del otro.

Por último, Leonardo Leonardi se preocupa por la omnipresencia del Otro jurídico como respuesta a la evaporación del padre. Burocracia, autoridad del juez, búsqueda de un amo lejano e impersonal, tantas figuras que, en un intento de llenar ese vacío, impiden el poder de la palabra. La palabra como acto, pero también modo de relación con el Otro que convoca al sujeto a responder de su responsabilidad, distinta de la jurídica.

Dicho esto, sólo les queda abrir el abanico que ofrece este número.

Traducción : Fernando Gabriel Centeno
Relectura : Marlith Pachao

Fotografía : © Simon Vansteenwinckel