El « patriarcado » apunta a la causa – Aurélie Pfauwadel

© Pascale Simonet – https://www.pascale-simonet.be/

« Patriarcado » se ha convertido, en los últimos años, en una palabra-eslogan, un sintagma de lucha cuyo uso se ha extendido como la pólvora en los círculos activistas minoritarios, donde había caído en desuso. Su significado es vago y flotante – ni siquiera las feministas se ponen de acuerdo sobre su significado –, pero cabe señalar que, a diferencia de las expresiones « dominación masculina » y « opresión de la mujer », que son constatativas, el término « patriarcado » pretende ser explicativo y apunta a la causa[1]. Además, el sintagma tiene una pretensión de generalidad, ya que describe una organización « sistémica » de abusos, mientras que « machista », « sexista » o « perverso narcisista » denotan más bien una mala conducta individual.

¿ Cómo aprehender el nuevo éxito de este término ? Este significante, vaciado de un contenido conceptual preciso, es objeto de apropiaciones múltiples y contextualizadas, cuyos diferentes usos, tanto políticos como subjetivos y sintomáticos, se tratarán en el próximo congreso Pipol.

Al final del Seminario La Angustia, cuando Lacan anuncia que hablará de los Nombres-del-Padre – en plural –, pone de relieve una paradoja en la función que se atribuye al Padre según la doctrina analítica. « En el mito freudiano, el padre interviene de la forma más evidentemente mítica como aquel cuyo deseo sumerge, aplasta, se impone a todos los demás. ¿ Acaso no hay ahí una contradicción obvia con el hecho evidentemente dado por la experiencia, de que, por esta vía, es muy distinto lo que se produce, o sea, la normalización del deseo en las vías de la ley ? »[2]

No es sin razón, nos dice Lacan, que se sintió la necesidad en el psicoanálisis, de conservar la dimensión del mito para hablar de la función paterna : es porque no es puramente lógica ni simbólica. Lacan revisa, así, su concepción del Nombre-del-Padre : éste ya no debe ser considerado como causa última ni término final. El « padre no es causa sui », porque él mismo es causado por un objeto a.

Progresivamente, por tanto, es al objeto causa del deseo del Padre a quien se le conferirá el lugar central en la estructuración de la subjetividad. Lacan propone ir más allá del mito tomando como referencia la cuestión del goce, del deseo y del objeto del padre[3]. Como lo indica Jacques-Alain Miller, la trayectoria de Lacan respecto al padre se divide a partir de entonces entre, por una parte, una teoría de la nominación, y por otra, una teoría del objeto y luego del síntoma del padre[4]. Estos son las dos vías exploradas de manera notable por los diferentes textos propuestos en este número de Nobodaddy.

Referencias del autor :
[1] Cf. Delphy C., « Théories du patriarcat », in Hirata H. & al., Dictionnaire critique du féminisme, Paris, PUF, 2000, p. 159-160.
[2] Lacan J., El Seminario, libro 10, La Angustia, texto establecido por Jacques-Alain Miller, Buenos Aires, Paidós, 2007, p. 364.
[3] Cf. Lacan J., « Introducción a los Nombres del Padre », De los Nombres del Padre, Buenos Aires, Paidós, 2005.
[4] Cf. Miller J.-A., « Comentario del ‟seminario inexistente” », Buenos Aires, Manantial, 1992.

Traducción : Fernando centeno
Relectura : Cinthya Estrada

Fotografía : © Pascale Simonet