Deriv* – Luciana Fracchia

© Nathalie Plisnier

Debatimos en los últimos años la deriva del desplazamiento de los significantes baño de Damas y baño de Caballeros al significante baño Mixto. Ya en 1957, en su Escrito La instancia de la letra…, Lacan sustituye a la ilustración del concepto del algoritmo Saussureano – significante, barra, significado (S/s) – con las dos puertas gemelas que simbolizan el imperativo de las leyes de la segregación urinaria[1]. Una escritura que ha usado y ha hecho variar sucesivamente para construir la fórmula simétrica de la metáfora y de la metonimia[2]. El modo en que la materialidad del significante plantea la cuestión de su lugar en la realidad, lo lleva a vaticinar que si la resistencia de la barra no es leída desde otra perspectiva que la de las significaciones acabadas, va a traer la disensión sin medida de guerras ideológicas.

Si el sujeto es siervo del lenguaje cuya estructura le preexiste, lo es más de un discurso en el movimiento universal. Caballeros y Damas en tanto significantes se revelan como estructura del lenguaje articulado. Lacan valoriza el análisis lingüístico de los fonemas, caracteres móviles reducidos a unidades diferenciales últimas según las leyes de un orden cerrado, que sirven al discernimiento de los vocablos de una lengua, en los que no hay que buscar ninguna constancia fonética, sino el sistema sincrónico de los acoplamientos diferenciales. Elementos esenciales del habla que para Lacan, atascados en las cajas, presentifica válidamente lo que llamamos letra, estructura esencialmente localizada del significante como soporte material que el discurso toma del lenguaje. Entonces, si en la cadena significante insiste el sentido, los elementos de la cadena no consisten en una significación acabada.

Lo que descubre la estructura de la cadena significante, es la posibilidad de utilizarla para significar muy otra cosa que lo que ella dice. Y nadie dejará de fracasar si se desvía del lugar desde dónde el lenguaje nos interroga. Damas y Caballeros serán dos patrias sobre las cuales será tanto más imposible pactar cuanto que, siendo en verdad la misma, ninguna podría ceder sin atentar a la gloria de la otra. Ésta es la función que descubre la palabra, la de disfrazar el pensamiento, casi siempre indefinible, para indicar así, el lugar del sujeto en la búsqueda de lo verdadero. El nombre de esta función propiamente significante del lenguaje, es la metonimia. Conexión palabra a palabra y primera vertiente del campo efectivo que constituye el significante para que el sentido tome allí su lugar. Pero Lacan señala que lo que en ella se articula depende de una barra, signo de la dicotomía entre la metáfora y el relámpago que hace surgir de entre los significantes singulares « esa lenta mutación del ser en el Εν Πάντα” del lenguaje ». Sorprende poniendo a pié de página, lo que debía ir en el lugar de la poesía, literalmente el « Uno (es) Todo » de Heráclito, que García Bacca traduce « Si se escucha no a mí, sino a Cuenta y Razón (=Logos), habrá que convenir, como puesto en razón, en que todas las cosas son una » y que Lacan traduce de una cita que Heidegger « Si no soy yo, sino el Sentido, lo que habéis oído, es sabido entonces decir en el mismo sentido: Todo es uno »[3].

Ésta es la herejía lacaniana : dice ¡ No ! al contraste categórico del particularismo. Libera la cosa – del concepto –, proponiendo una barra en el « doble radio divergente de la causa en la que se ha refugiado en nuestra lengua y de la nada (rien) a la que abandonó en francés su ropaje latino (rem, cosa) »[4]. Lo que no es otra cosa, que liberar lalengua de su envoltorio de lenguaje[5].

Así, más allá de las enunciaciones singulares, Lacan da una importancia fundamental a las ataduras del sujeto a cierto número de enunciados del discurso universal. Lo que en el Seminario 17 El Reverso del Psicoanálisis, va a producir mediante cuatro discursos que se inscriben en lo que funciona como realidad de un discurso que está ya en el mundo y lo sostiene. Las relaciones constantes entre ; el discurso en su estatuto de enunciado (S1), que interviene sobre una batería significante y de ningún modo tenemos derecho a considerar como dispersa, como si no formara ya la red de lo que se llama un saber (S2), plantean de entrada que (S1) viene a representar algo por su intervención, en el campo previamente estructurado de un saber, siendo su supuesto el sujeto (S/), que debe distinguirse del individuo viviente – lugar de la marca –, pero lo que el sujeto produce por medio del estatuto del saber es de otro orden[6]. En torno a la palabra saber, Lacan introduce el punto de ambigüedad que, a nivel de la estructura significante, debemos saber cómo opera, pues no limitándose al llamado esquema Z, permitirá la escritura de un algoritmo que da por resultado algo más que un puro accidente de representación imaginaria. A partir de la operación sistemática de un cuarto de vuelta en la sucesión de las letras de éste álgebra, Lacan consigue tomar el psicoanálisis del revés, según las leyes del discurso y sus desplazamientos estructuran al mundo[7].

Justamente la dificultad que encontrará en el Seminario 19, …o peor, será que la función del objeto a es el desplazamiento. Lo que indica que más allá de la importancia de precisar una primera demarcación del sentido sintomático en juego, éste, a cada momento producirá desplazamientos aleatorios que serán lo que haga tambalear la posición de semblante del psicoanalista en su práctica. Intenta aprehender, a partir de qué podría situarse algo que esté más allá del sentido, sosteniendo que nos interesa que esté anclado a lo real[8]. Concluyendo que en lo que se refiere al fundamento de la diferencia entre los sexos, Φ x « es una función sin relación con nada que funde con e-ll-o-s, con ellos, el Uno ». Lacan juega aquí con la homofonía en francés entre d´eux (« con ellos », « de ellos ») y deux (« dos ») para decir « ellos dos no se funden en Uno, ni Uno está fundado por ellos dos »[9].

Entonces, que el psicoanálisis en tanto lazo social, dé cuenta del modo en que el discurso en su movimiento universal estructura el mundo real, se sostiene en la idea lacaniana de que el discurso histérico existe, haya o no haya psicoanálisis[10]. Idea solidaria a histerizar los discursos como solución a la delicuescencia del orden simbólico[11] y a la apuesta de leer el significante a la letra.

* Título recogido de un pasaje del artículo de J.-A. Miller, « Dócil a lo trans », extraído de ttps://uqbarwapol.com/wp-content/uploads/2021/04/JAM-DOCILE-AU-TRANS-ES.pdf. « ¿ Qué está pasando ? El S a la tercera potencia se encuentra a la « deriva », devaluado, lacerado, exprimido, torturado, doblegado, adornado con bonete de burro, arrastrado por las calles bajo las burlas, arrojado por la ventana. ». Publicado en : Lacan Quotidien, nº928, 2021 Année Trans.
[1] Cf. Jacques Lacan, Escritos 1 : « La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud », Barcelona, RBA Coleccionables, S.A., 2006. p. 479.
[2] Cf. J.-A. Miller e Antonio Di Ciaccia, L´orientamento lacaniano : « L´Uno-Tutto-Solo », Roma, Astrolabio – Ubaldini Editore, 2018. p. 108.
[3] Lacan toma aquí la traducción que hace del comentario de Heidegger sobre Heráclito (fragmento 50) en su artículo « Logos » (Los presocráticos, FCE, México, 1978, p. 243), para el núm. 1 de la revista Psychanalyse. Ibídem, p. 484.
[4] « La instancia de la letra… », Op. Cit., p. 478.
[5] Esthela Solano-Suárez, « Tres segundos con Lacan », Barcelona, RBA Libros y Publicaciones, S.L.U., 2001, p. 21.
[6] Cf. Jacques Lacan, El Seminario XVII, « El reverso del Psicoanálisis », establecido por J.A. Miller, Bs. As., Paidós, 2008, p. 11.
[7] Cf. « El reverso del psicoanálisis », Ibídem, p. 12.
[8] Cf. Jacques Lacan, El Seminario XIX, « …o peor », establecido por J.A. Miller, Bs. As., Paidós, 2021, p. 179, 180.
[9] « …o peor », Ibídem. p. 177.
[10] Cf. « El reverso… », Op. Cit., p. 33.
[11] Cf. Guy Briole, Cataluña : Espacio Preparatorio Hacia PIPOL 11. Clínica y crítica del patriarcado. « El orden patriarcal y el psicoanálisis ». Escuela Lacaniana del Campo Freudiano de la Comunitat de Catalunya, 3 febrero 2023.

Fotografía : © Nathalie Plisnier