A los 23 años, Violette d’Urso firma su primera novela, Incluso el ruido de la noche ha cambiado[1]. Hija de Inés de la Fressange y de Luigi d’Urso, perdió a su padre a la edad de seis años, al igual que la heroína de su libro, Anna. La autora dice : « No podía escribir un relato sobre él porque estaba hecho de imaginación. Durante el proceso de escritura, la imaginación me salvó. Era una puerta luminosa. Me permitía escapar, a intervalos regulares, de la crudeza de lo real. »[2]
Este libro es ante todo un libro sobre la relación a la falta y la pérdida. Anna se pregunta por la relación entre su padre y su madre. ¿ Por qué cada uno vivía en departamentos diferentes ? ¿ Estaban separados ? En « Los Padres en la dirección de la cura »[3], Jacques-Alain Miller pone el acento en lo que « cuenta esta historia familiar, esta historia entre lo que ocurre entre padre y madre y todo lo que conlleva en la familia ». Lo que va a contar, « es la forma en que el sujeto ha sido separado del objeto primordial, cómo ha sido afectado de esta pérdida […] y qué ha surgido para él de esta pérdida, qué fantasma ha surgido de ella, qué goce ha sido recuperado de esta catástrofe »[4].
Durante varios años, Anna se complacerá en su condición de huérfana mientras glorifica a su padre, un padre imaginario, heroico. Si Lacan pudo escribir que « [s]ólo estamos de duelo por alguien de quien podemos decirnos Yo era su falta. »[5], ¿ cómo ser este objeto a, o lo que uno es para el Otro ?[6] Anna mantendrá en primero lugar este duelo estableciendo « lazos solo con personas que habían perdido a uno de sus padres. […] Como no se ha […] vivido con este padre desaparecido, no se han podido crear hábitos con él, no se consiguen identificar los momentos en que su presencia falta, y entonces un día uno se encuentra frente a un agujero […] Ya no conocía a mi padre. Si alguien me hubiera hablado de él unos meses después de su muerte, habría sido capaz de evocarlo, decir lo que decía y cómo, pero ahora lo había perdido »[7]. Pero identificarse con otros huérfanos es una equivocación y no dice nada de la función que su padre tenía para esta niña.
A los diecisiete años, Anna se propone seguir las huellas de su padre. Viaja a varias ciudades de Italia para averiguar quién era. Sorpresa. Cada uno tiene su versión. Arnoldo, un amigo de su padre, le cuenta que su padre bebía, pero también que se drogaba con heroína ; la peor droga para Anna. « La hero realmente me aterrorizaba. […] Soñaba con conocer a mi padre, pero de repente se convirtió en mi pesadilla. »[8] Ante la carencia paterna, opera una mutación subjetiva. El padre cambia de lugar : « Era difícil ser la hija de un heroinómano, pero también lo era ser la hija de un héroe, de un hombre perfecto. »[9] Anna continúa su trayecto, de descubrimiento en descubrimiento, no siempre alegre, al igual que el trayecto de un análisis. De hecho, va a ir con un psicoanalista, incluso dos al mismo tiempo ; la primera no la recibe suficientemente según ella. No sabremos nada acerca de estas sesiones. Se echa un velo.
Al enterarse de que su abuela paterna también era drogadicta y que había muerto mientras corría en coche con un amigo cuando su padre sólo tenía nueve años, Anna se pregunta sobre la función de la droga para él, su relación con la falta. Es, entre otras cosas, una palabra del padre de Anna que la joven interpreta ahora de otro modo lo que le permite, al final de esta epopeya, poner a su padre « en su lugar, simplemente [y dejar de considerar] su pérdida como la parte más interesante »[10] de ella. Es imposible como tal ser la falta del Otro. Habrá sido necesario recurrir al fantasma para velar ese real, y luego afrontarlo.
Referencias del autor :
[1] D’Urso V., Même le bruit de la nuit a changé, Paris, Flammarion, 2023.
[2] Delorme M.-L., « Comment la fille d’Inès de la Fressange, Violette d’Urso, a enquêté sur son père, mort en 2006 », Le Journal du dimanche, 21 marzo 2023, disponible en internet. [La traduction es nuestra]
[3] Miller J.-A., « Los padres dans la direction de la cure », Quarto, n°63, automne-hiver 1997, p. 4-11.
[4] Ibid., p. 10. [La traducción es nuestra]
[5] Lacan J., El Seminario, libro 10, La Angustia, texto establecido por J.-A. Miller, Buenos Aires, Paidós, 2007, p. 155.
[6] Cf. Leguil C., « Marie Laurent interviewe Clotilde Leguil », entrevista con M. Laurent, Ironik, n°9, 29 septiembre 2015, publicación en línea. [La traducción es nuetra]
[7] D’Urso V., Même le bruit de la nuit a changé, op. cit., p. 67-68.[La traducción es nuestra]
[8] Ibid., p. 90.
[9] Ibid., p. 98-99.
[10] Ibid., p. 296.
Traducción : Fernando Gabriel Centeno
Relectura : Cinthya Estrada Serrano
Fotografía : © Samira Bakhash