El sinthome y el declive del patriarcado – Mathieu Siriot

© Fred Treffel – https://fredtreffel.com/

El Seminario de Lacan de 1975-1976, titulado El Sinthome[1], está enteramente dedicado a James Joyce, escritor irlandés del siglo XX. En este Seminario, Lacan afirma repetidamente que lo que ha llevado a Joyce a su deseo de ser artista, a producir su arte, es la renuncia paterna. Dentro de su obra, Joyce intentó remediar la carencia paterna no cesando de hacer vivir su propia relación a su padre. Joyce cree en la indignidad de su padre, está arraigado en ella, y eso es lo que lo hace su síntoma. Citemos a Lacan : « Joyce tiene un síntoma que parte de que su padre es carente, radicalmente carente – solo habla de eso. He centrado la cosa en torno del nombre propio y he pensado – hagan lo que quieran con este pensamiento – que por querer hacerse un nombre Joyce compenso la carencia paterna. »[2] En su curso « Piezas sueltas », Jacques-Alain Miller precisa que « Joyce […] se sintió llamado a otra cosa que a identificarse como los demás. Por eso se abocó a valorizar su nombre, su nombre propio, pero a expensas del padre, es decir, a valorizar su nombre en su singularidad »[3].

La singularidad de Joyce reside en su escritura y más precisamente en la forma en que deconstruyó el lenguaje, hizo crujir la lengua con ecos, revelando así que detrás del orden de lenguaje está el puro goce de la letra. Cuando uno se sumerge en su obra, se da cuenta de que el sentido se reduce cada vez más. Esta reducción comienza en Ulises[4] y alcanza su apogeo en Finnegans Wake[5]. Lo que le importa a Joyce es la sonoridad de la lengua y no el sentido. Joyce decía que, si alguien no lo entendía, debía leerlo en voz alta. Además, esperaba que los universitarios lo estudiaran durante más de trescientos años. La escritura permitió a Joyce liberarse del parásito de la palabra y dejarse invadir por la polifonía de ésta. La escritura constituye así la vía principal hacia lo real. La libertad que Joyce encuentra respecto a la palabra, hace decir a Lacan que Joyce está « desabonado del inconsciente »[6]. El sinthome joyceano es para Lacan lo más individual de este escritor, hasta el punto de que no capta nada de nuestro inconsciente, que es tan difícil de leer, y que lo único que se puede atrapar es su goce. Su sinthome es así su nombre propio, ya sea lo más singular de él, o como dice Lacan, lo que le permite identificarse con lo individual[7]. Neologismo que resume la estructura de LOM[8] para Lacan, es decir, lo singular del goce de cada Un-dividuo.[9]

El Seminario El Sinthome sigue siendo una brújula indispensable para el analista de hoy, tanto en su praxis, como en su lectura de nuestra época regida por la evaporación del padre. La escritura, a través del equívoco, permite alcanzar el goce Uno de cada cuerpo hablante, de pasar del inconsciente transferencial al inconsciente real. « Joyce el síntoma »[10] es también paradigmático del individuo moderno que, ante esta pulverización del padre, intenta valorizar su nombre, su singularidad. El hombre del siglo XXI cree firmemente en el declive del patriarcado, habla solamente de eso. Esto explica la pluralización de nombres y la proliferación de nuevas nominaciones cada vez más dispersas. Multiplicación de S1 a falta de la rutina paterna : S1-S2. El ascenso de los Ego, al que asistimos en el individualismo de masas contemporáneo sería, siguiendo a Joyce, la suplencia moderna generalizada. Como con Joyce, a este Seminario XXIII, no hemos terminado de estudiarlo, de servirnos de él.

[1] Lacan J., El Seminario, libro XXIII, El Sinthome, texto establecido por J.-A. Miller, Paidós, Buenos Aires, 2006.
[2] Ibid., p. 92.
[3] Cf. Miller J.-A., «Piezas sueltas», Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller, Buenos Aires, Paidós, 2013, p. 74.
[4] Joyce J., Ulises, Barcelona, Ediciones Mi-lla, 2022.
[5] Joyce J., Finnegans Wake, Buenos Aires, El cuenco de plata, 2016.
[6] Lacan J., El Seminario, libro XXIII, Le Sinthome, op. cit., p. 162.
[7] Ibid., p. 165.
[8] Lacan J., « Joyce el Síntoma », Otros escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 591.
[9] Cf. Lacan., El Seminario, libro XIX, …o peor, texto establecido por J.-A. Miller, Buenos Aires, Paidós, 2012, contratapa.
10] Lacan J., « Joyce el Síntoma », Otros escritos, op. cit., p. 591-597.

Traducción: Fernando Gabriel Centeno
Relectura: Patricio Moreno Parra

Fotografía: © Fred Treffel