« Si quiere hablar del padre, hablemos del Hijo. » – Jean-François Reix

© Emmanuel Kervyn – https://www.emmanuelkervyn.com/

Kate, la madre de Nicholas, de diecisiete años, se queda estupefacta cuando se entera que su hijo lleva un mes sin ir a clases. Ella, que vive sola con él, no vio venir nada y solicita al padre del que está separada desde hace varios años.

La escena inicial de The Son[1](El Hijo) nos muestra entonces, a su madre, interpretada por Laura Dern, en el piso del departamento de su exmarido, desamparada por el misterio en que se ha convertido su hijo. En este primer momento, no encontramos ninguna intención culpabilizadora de esta madre perdida. Por el contrario, es una indicación del tono dado a toda de la película : decir lo mejor posible lo que le pasa a cada uno.

Sigue la instalación del hijo en la casa del padre en la espera de un nuevo comienzo. Peter se ha vuelto a casar y su nueva pareja acaba de darle un segundo hijo. Durante un tiempo, Nicholas parece ceder a las exigencias de su padre y dice reanudar con los estudios, los amigos, etc. Pero lo real que lo asedia no lo deja tranquilo. « No sé lo que me pasa », le dice a su padre.

Así, a pesar de la buena voluntad de unos y otros, algo siempre le suena falso a Nicholas. ¿ Es el divorcio de sus padres, a los que Nicholas querría ver nuevamente juntos ? ¿ Es la nostalgia del tiempo de la infancia supuestamente feliz y en la que todo parecía siempre en armonía ? Sea lo que fuere, el Otro está señalado particularmente en la figura del padre y por partida doble.

En una escena que el director Florian Zeller añadió a la obra de teatro original, Anthony Hopkins, que interpreta un padre « cruel »[2], siempre absorto en su trabajo, explica a su hijo Peter que no tiene ningún remordimiento por su vida familiar. Invita a su hijo a acabar con su propia infancia. ¿ Peter, identificado con su propio padre, tocaría la misma partitura con su hijo ?

« La pregunta del padre, en el universo mental de Florian Zeller, es capital – cuenta Samuel Blumenfeld. Cuando queremos ahondar, citando retratos aparecidos en los periódicos en los que se menciona a un padre alemán […], él barre la pregunta de un revés : ‟Nada de eso.” Y continua : ‟Si quiere hablar del padre, hablemos del Hijo.” »[3]

Precisamente, la pista explorada por el director de The Son pronto parece no ser más que una pantalla que vuela en pedazos, cuando, durante una crisis, Nicholas consigue expresar la dificultad de hacer con la vida misma. Se trata de un testimonio muy preciso, en el que el Otro parece ser de poca ayuda ante el enigma del « trop de vivant » (demasiado del viviente) que le invade.

Muchos momentos de su vida están teñidos de una profunda perplejidad. Si no cabe duda de que tanto su padre como su madre son sensibles a ello, queda, a pesar de todo, una dimensión que escapa al sentido y constituye un obstáculo. ¿ Dónde situar entonces la función paterna ? ¿ Es en la superación de ese abismo, por más ínfimo que sea, que separa la opacidad alojada en el corazón de su ser y su consideración por el Otro ?

Como ocurre siempre que se trata de una obra de arte, no hay falta de explicación porque el autor se abstenga de darla. Al contrario, ¿ no es acaso el arte de F. Zeller trazar una trayectoria que encierra un agujero en si indecible donde Nicholas ha arraigado su existencia ?

Con The Son, guiado por este punto ciego, F. Zeller da en el blanco.

[1] Zeller F., The Son, película, Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Film4 Productions, 2022. Adaptación de la pieza Le Fils del mismo dramaturgo.
[2] Adjetivo empleado Florian Zeller en la avant-première en Lille el 25 de febrero del 2023 en el cine UGC Lille.
[3] Blumenfeld S., « Après le père, le fils : Florian Zeller, un Français à Hollywood », Le Monde, 26 février 2023.[Traducción libre de la traductora]

Traducción : Marlith Pachao
Relectura : Fernando Gabriel Centeno

Fotografía: © Emmanuel Kervyn